Si se entiende el tamaño de la empresa y sus declaraciones, no hay compañía en el mercado del automóvil que se haya opuesto con mayor firmeza al auto eléctrico. Toyota, de la que se esperaba diera un salto tranquilo a esta tecnología viendo el buen camino que ha recorrido su tecnología híbrida, no ha dejado de defender su postura con Akio Toyota como el principal detractor: cada cosa a su tiempo.
Los nipones se han hartado a decir que no creen en el vehículo eléctrico como solución a corto plazo. Sí, tienen una hoja de ruta pero su prioridad no es la de una tecnología que, aseguran, no superará el 30% de cuota de mercado global.
En Toyota, todo tipo de directivos han reiterado su intención de ofrecer al cliente todo tipo de tecnologías, desde modelos eléctricos hasta vehículos de hidrógeno, pasando evidentemente por sus híbridos. De hecho, aseguran que saldría más barato invertir en la compra de bonos de emisiones a fabricantes de eléctricos que seguir metiendo dinero en una tecnología que, consideran, tiene techo.
Y de momento la estrategia está funcionando. No se sabe si es la correcta. Tampoco si acabarán por ser superados por los competidores, conforme el automóvil eléctrico vaya cogiendo velocidad. O, por el contrario, tampoco se sabe si todos los beneficios actuales les permiten seguir cimentando su futuro y mantenerse como el fabricante que más vehículos produce en el mundo.
El híbrido como pilar de futuro
El salto al auto eléctrico no está siendo sencillo comercialmente para Toyota. El fabricante puso en las calles 8,69 millones de vehículos en 2023. De ellos, apenas el 0,92% fueron vehículos completamente eléctricos. Incluso mantienen un acuerdo de colaboración con BYD para lanzar sus vehículos en China.
Además, su Toyota bZ4X ha sido un fracaso. Además de haber sido señalado como uno de los automóviles con peores autonomías del mercado (respecto a lo esperado), su proceso productivo fue todo un dolor de cabeza, con unidades retiradas porque se les podía desprender una rueda.
Desde entonces, las declaraciones sobre el futuro del eléctrico empezaron a endurecerse. Ante las críticas, Toyota se defendió asegurando que ofrecerán modelos eléctricos a un precio que la gente pueda pagar llegado el momento, que las baterías de estado sólido quedarán limitadas a sus vehículos más ambiciosos y que el híbrido sigue teniendo mucho futuro todavía.
Y, así, con su regla del 1:6:90, la compañía ha conseguido unos resultados en 2023 como nunca habían visto en su historia. De hecho, no se habían visto en ninguna compañía en la historia de Japón. Toyota consiguió el año un beneficio operativo de 32.000 millones de dólares. Es la cifra más alta en la historia de la compañía y del país para una empresa local.
Desde el medio financiero Bloomberg señalan que su margen de beneficio del 11,9% también es el mejor de la industria, alzándose por encima en una batalla que lideraba Tesla en los últimos años. Sin embargo, bajar el precio de sus vehículos ha reducido significativamente esta ventaja que había obtenido la compañía de Elon Musk.
A Toyota le sigue ahora BMW y Stellantis como las marcas que más beneficio obtienen por vehículo vendido. Mercedes es la cuarta clasificada, pero en 2022 era la segunda marca del mundo que más beneficio obtenía. La primera era Tesla, que en 2023 ha caído a la sexta posición con resultados decepcionantes. Entre los alemanes y los estadounidenses se ha colado Hyundai.
Ahora Toyota está recogiendo ahora toda la cosecha de invertir en el híbrido. Según la compañía, el costo de fabricar un automóvil híbrido ahora es seis veces inferior al que presentaba cuando debutó el Prius en los años 90. De hecho, entonces decían perder dinero con cada Prius vendido. Ahora, ganan más dinero que nunca con cada uno de ellos.
Y el contexto económico y social parece estar de su lado, al menos de momento. Toyota asegura que en un mercado de incertidumbre, el cliente está optando por el híbrido antes que cualquier otra tecnología. En Japón, los datos así lo confirman. Uno de cada tres modelos que venden es híbrido. Además, en 2023 pusieron en el mercado 3,59 millones de unidades de vehículos de este tipo de tecnología. En 2024 esperan alcanzar 4,48 millones de unidades en total.
La duda general es si Toyota no está dejando pasar la oportunidad del auto eléctrico. Es algo que el tiempo dirá. En su día, Toyota perdía dinero con cada híbrido vendido y la duda es si no deberían seguir la misma estrategia con el eléctrico para, en el futuro, recoger lo sembrado como ahora mismo están haciendo. De momento, no parecen tener intención y solo el tiempo lo dirá…