En el pasado CES de Las Vegas, Toyota anunció un prototipo de ciudad en el que personas, edificios y vehículos estuvieran conectados. Lo llamará Woven City, estará en Japón, en el terreno que hasta ahora ocupa una de sus fábricas de automóviles, que cerrará a finales de 2020.
En el ambiente se decía que el colaborador tecnológico para el campo de la conectividad era NTT, la empresa japonesa de telecomunicaciones, con la que estableció en marzo de 2017 un acuerdo de colaboración para investigar y desarrollar una plataforma IT para vehículos conectados.
El anuncio de hoy, que incluye intercambio de acciones entre ambas compañías, supone un radical avance respecto al acuerdo anterior. Más allá de concebir una plataforma para conectar autos, el nuevo acuerdo sellado entre Toyota y NTT supone el comienzo de la implantación de dicha plataforma para captar, analizar y utilizar los datos de los automóviles, las personas y los edificios, obtenidos durante la prestación de los diversos servicios de las futuras ciudades inteligentes. El primer proyecto se realizará en Woven City, en 2021, y este prototipo de ciudad conectando todo tipo de bienes y servicios se irá presentando a otras ciudades.
La intención con el nuevo acuerdo es desarrollar, diseñar, construir e implementar una plataforma de ciudad inteligente. La plataforma consiste en la recolección y gestión de datos de la ciudad, la distribución de esa información, la creación de un “gemelo digital” sobre el que hacer simulaciones urbanas, y la interconexión con las plataformas de otras ciudades inteligentes.
La ciudad inteligente propondrá más servicios y más eficientes mediante las nuevas tecnologías (internet de las cosas, big data, 5G, servicios en la nube, inteligencia artificial, etc) y, de acuerdo con ambos actores, con un crecimiento y desarrollo de la sociedad sostenibles.
La nueva alianza transfiere a NTT el 0,9% de Toyota, mientras que Toyota toma en dos por ciento de acciones de NTT. A su vez, cada uno de los socios aportará 200.000 millones de yenes (unos 1.700 millones de dólares) para permitir la comercialización de estas ciudades inteligentes.
